MARCELO GALLARDO: CONDUCTOR DE VIDA

El hombre de 44 años asumió su mandato como entrenador de River en junio del 2014. Llegó proveniente de Nacional de Uruguay, club en el que se retiró como futbolista y al que dirigió un año, obtuviendo el campeonato uruguayo en 2012. Una trayectoria tormentosa como jugador, cargada de lesiones y frustraciones, le provocó una temprana culminación de su carrera. Si de sobreponerse hablamos, Gallardo es el indicado para eso. Quizás, todo lo logrado hasta ahora es gracias a esa capacidad, en ese entonces como jugador profesional, de seguir intentando a pesar de los tropezones que la vida le antepuso. Pero está claro que el lema de la persona en cuestión es, ni más ni menos, que: “Un tropezón no es caída.” Su destino en Argentina, primero, era en Rosario, más precisamente en Newell’s Old Boys, pero un llamado de Enzo Francescoli, mánager del Millonario, lo hizo aterrizar en los pasillos de Núñez. El oriundo de Merlo logró, en tan solo seis años, marcar a fuego su nombre en el fútbol, tanto a nivel local como internacional. Llevó a River a vivir uno de los ciclos más exitosos de su historia, el cual sigue transitando actualmente, con el logro emblema de la Copa Libertadorees 2018 ganada a Boca, su rival eterno. Sim embargo, más allá de los triunfos en lo deportivo, el “Muñeco” dejó grandes enseñanzas y moralejas acerca de lo que implica ser un director técnico de fútbol. Tal es así, que en cada momento adverso que le toca vivir, “Napoleón”, apodo otorgado debido a sus innumerables “batallas” ganadas, deleita a los escuchantes en sus conferencias de prensa asumiendo las responsabilidades en las derrotas. Un ejemplo humano sobre cómo se deben atravesar los titubeos y las desestabilizaciones, que deja entrever lecciones de vida más allá de lo estrictamente futbolístico. Desde la frase a Juan Fernando Quintero frente a Gremio: “Hacete cargo”, hasta la declaración previa al partido de vuelta contra Palmeiras: “Mañana vamos a ser un equipo totalmente competitivo”, Gallardo plasma en River su forma de transitar por la vida, tomando riesgos constantemente e inculcándoles a sus dirigidos que la mejor forma de llegar a la gloria es haciéndose cargo de lo que uno debe. Porque para Marcelo, la vida es como un partido de fútbol. Uno debe salir a la cancha con el objetivo claro: ser protagonista en cualquier lugar, a costa de cualquier precio y a pesar de los obstáculos que se presenten. Un hombre que entiende de límites y sabe cuáles son sus virtudes y defectos. Un gran sabio acerca de cómo afrontar los momentos complicados y de qué manera se debe lidiar con el éxito. Para los hinchas de River, Marcelo Daniel Gallardo es, y será, uno de los mejores técnicos de fútbol de su historia. Para los que amamos este deporte es, y será, un ejemplo ideal de cómo se debe afrontar la vida

IVAN SEMA PERIODISTA DE CAMINO AL GOLL

IG @ivansema_ok

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